¡Saludos desde el más
allá!
No, no estoy muerta.
Pero casi. Por fin he terminado los exámenes y si todo va según lo esperado,
voy a tener como treeees laaargos meeeses de vacaciones así por las buenas.
Así, que ahora sí. No
hay excusa para no ir actualizando de vez en cuando, caramba.
Además, tenía que
venir a hablaros de “Los días que nos separan”.
De hecho, ya separan
demasiados días el momento en que terminé de leer este libro y el momento en
que estoy escribiendo estas líneas. En cuanto salió, empecé a leerlo y no pude
parar y me odio a mí misma por no haber escrito algo, aunque sólo fueran unas
ideas, cuando todavía tenía fresca y presente la historia. Aún así, intentaré
transmitir la sensación que tuve durante la lectura y cuando llegó a su fin.
Like always: portada,
sinopsis, personajes/opinión/aplauso o frunce de ceño (en este caso aplauso).
*~~ ~~*
“Abril está obsesionada
con sus sueños. Desde que se cruzó con ese desconocido en la biblioteca, él se
le aparece cada vez que se queda dormida. En su mundo onírico, el chico es
Víctor, un burgués de la Barcelona de 1914, y ella... Ella ni siquiera es ella
misma, sino Marina, una obrera que vive en el mismo edificio que Víctor.
Mientras la historia de los dos jóvenes del pasado avanza noche tras noche, Abril lucha por mantenerse al margen de las emociones de Marina e intenta descubrir qué significan esos sueños.”
Mientras la historia de los dos jóvenes del pasado avanza noche tras noche, Abril lucha por mantenerse al margen de las emociones de Marina e intenta descubrir qué significan esos sueños.”
Laia Soler, la autora (y coadministradora del blog “Alas de papel”), nos
ha regalado una historia que, con sencillez y elegancia, ha conseguido transmitir
algo especial que sólo tienen unos pocos libros, aquellos que por alguna razón
te conmueven o te hacen pensar que todas las novelas deberían tener ese
ingrediente, ese algo que les hace ser únicas.
Primero ¡personajes!
Aiins Víctor, cuánto me has matado. La verdad es que es un chico típico de las novelas:
algo borde pero luego a medida que avanza la historia se vuelve más amable
hasta que consigue enamorarnos a todas.
¿Que eso es lo de siempre? Sí. ¿Que no hay
nada excesivamente original en él? De acuerdo. ¿Y qué? Yo sólo sé que he disfrutado
todas y cada una de las palabras que ha pronunciado ese hombre. Desde su famoso
“impertinente” (suspiro) hasta su “cada vez que me dices que no me quieres, un
hada muere” en alusión a pasajes de Peter Pan.
Llegas a entenderle, a apreciarle y a sentir la presión que sufre dentro
de esa jaula que su clase social le impone.
¿Que si me ha enamorado? Sí.
Me ha gustado que Marina me haya recordado a mí en algunas ocasiones. Es muy valiente y no es
la típica que se rinde a la primera de cambio ni que aparta la mirada, azorada,
ante la presencia de alguien de mayor rango. Hay escenas que me gustaría
comentar, pero serían un poco spoiler. Lo único que voy a decir es que hay
momentos en que yo estaba pensando, en parte para protegerla, “no digas nada,
porfa, es mejor que te quedes callada...” o “porfa, porfa, la vas cagar, ¿no lo
ves?” o “Dios, qué suerte tiene, me gustaría tanto estar en su lugar...”.
Me quedo con una escena que me impactó: ella mordiéndose un puño mientras
llora. Los que lo hayan leído sabrán de qué escena hablo. Sentí su dolor, fue
increíble.
Abril me ha gustado también, y quizá me ha recordado todavía más a mí
porque ella vive en la actualidad como yo (equisdé) y tiene unos problemas e
ideas más parecidos a los míos. También a veces me ha exasperado un
poco, es muuuuy terca y casi no escucha a nadie. Ni siquiera a sus amigos
Héctor y Mario, que intentan por todos los medios ayudarla de distintas
maneras. A pesar de ello, comprendo lo que siente Abril, ¿quién va a creer como
ella que sus sueños no pueden ser sueños normales por su realismo y
continuidad?
Y por último, Leo. Ay Leo. Me robó el corazón desde la primera carta. Es
adorable y me hubiera gustado saber un poco más de él en sentido estricto: cómo habla, escenas con él; me quedo con esa pena. Pero aún así, no me parece que haya sido desacertado darle ese tipo de protagonismo en la historia; de él sólo sabemos que le gusta Peter Pan y lo que pone en sus cartas, al menos al principio.
Me gustó cuando le escribió "Me llamo Leo. Ni Leonardo, ni Leopoldo, ni Leónidas. L-e-o." Me pareció super simpático.
Lo que está claro es que estamos antes dos historias paralelas, dos mundos, dos chicas.
He leído varias reseñas que comentaban que se habían sentido
infinitamente más atraídos por la historia del pasado que por la del presente.
No os voy a mentir, yo esperaba como una loca a que llegara Víctor lo antes
posible.
Sin embargo, la historia no sería tan especial ni podría sostenerse de la
misma manera sin el relato del presente que, al final, se une como un
rompecabezas con la historia del pasado fundiéndose en una.
Lo que he notado en esta novela es que, en realidad, si lo pensamos bien,
todo lo que ocurre es bastante típico. Hay un chico de clase alta y una chica
de clase baja, está claro que va a haber algo entre ellos y, de hecho, pienso
en la historia y no pasa nada excesivamente espectacular o revolucionario.
Pero
es por esa razón misma por la que pienso que es difícil transformar una historia
sencilla, quizá algo típica, con bastantes estereotipos en una novela que
consiga que, de vez en cuando, te encuentres dando un puñetazo a la mesa (con
el correspondiente susto de la familia en el backstage), maldiciendo la mala
suerte que algunos tienen o, de repente, viéndote llorar como una tonta por
algo que realmente ya predecías, pero no terminabas de creer por lo injusto que
resultaba.
Aún así, Laia hace que terminemos el libro llorando pero a la vez sin
sentirnos en absoluto tristes. A lo largo de mi vida he llorado de tristeza (como todo el mundo),
de emoción, de alegría... pero no recordaba haber llorado por sentirme conmovida
y eso fue lo que me pasó. Me sentí conmovida por los personajes, por la
historia, por el final, por los diálogos, por las escenas, las declaraciones,
las injusticias, por el rayo de luz que asoma siempre aunque no queramos verlo.
Porque sí, señores. Siempre hay esperanza.
Ahí lo dejo.
¡Muchas gracias por leerme! Os dejo el enlace de la reseña de “Dientes Leonescos” con la que me sentí profundamente identificada.
¡Hasta más ver!
Hola Cloris!!! Jo, me entran ganas de leérmelo desde luego, ya me lo he apuntado!! Ahora estoy terminando "El jardín olvidado". Un besito! Escribe más!!
ResponderEliminarHolaaa CeNedra!! Muchas gracias por comentarme!! Acabo de echar un vistazo al argumento de "El jardín olvidado" y tiene una pinta genial :D :D Me lo apunto también! jejejeje
EliminarTe agradezco un montón que me animes a seguir escribiendo :P Tengo que esforzarme en ser más constante! al menos ahora en verano xDD
Un beso enormee!