jueves, 27 de junio de 2013

Lugares donde leer.

Como todavía no he terminado ningún libro para reseñarlo, se me ha ocurrido que, para no dejar el blog tan solitariamente abandonado, podría hacer entradillas rollo off-topic como esta.
Hace algún tiempo me hice un pinterest y tengo un tablero dedicado a la lectura, a los libros y, en general, al mundo de la literatura. Os dejo algunas imágenes de lugares en los que no me importaría perderme. 
¡Espero que os guste! ^.^


what heaven looks like? :)



The perfect library  









En este caso, un buen lugar para escribir jeje


¡Feliz jueves! Y gracias por leerme.

miércoles, 19 de junio de 2013

"Cuaderno para dos" de Rachel Cohn y David Leviathan

¡Saludos a todos desde el invierno/intento de verano chungo!

Hoy vengo con una reseña de un libro que ya leí hace algún tiempo pero que, por razones de tiempo y stuff, no pude hacer en su momento. Se trata de "Cuaderno para dos" o, como a mí me gusta llamarlo, "Dash and Lily's book of dares" que es el título original, mucho más pintoresco, en mi opinión. ^.^

Es difícil encuadrar este libro en un género concreto, quizá deberíamos decir que es juvenil, ¿pero dentro de lo juvenil? De la vida cotidiana, tal vez. Aún así, a medida que lo fui leyendo me fui dando cuenta de que nunca había leído un libro parecido. Creo que uno de los deseos más deseados (xD) de los lectores es encontrarse, de repente, con una joya o con un libro súper diferente a todo lo que hayan leído. A mí con este libro me pasó.

Es una historia sencilla, original, sin pretensiones más allá de lo que te muestra e ingeniosa. Como no, yo me enamoré perdidamente de Dash (a mí es que me pasa siempre con estos personajes, no sé...) y de sus reflexiones e ideas. Realmente, como remarcan bastante durante el libro, es bastante pedante, o cargante según muchos que le conocen xD, pero de una manera controlada e inteligente que te hace ver que tienes delante a una persona guay.

Sinopsis para situarnos:


“”Manhattan. La Strand. Aquí, en una de las librerías más emblemáticas de Nueva York, empieza la historia de Dash y Lily, dos jóvenes nada convencionales que, a pesar de no saber de la existencia uno del otro, podrían estar destinados a conocerse. El secreto está en un Moleskine rojo, el misterioso cuaderno que Dash encuentra en una de las estanterías de dicha librería. “¿Te atreves?”, pone en la tapa y, en la primera página, la caligrafía de Lily le plantea un desafío..., y luego otro..., y otro más. ¿Estará Dash dispuestoaaceptarlos? 

Cuaderno para dos es una novela inteligente, narrada con dinamismo y sentido del humor.””


                                              Cuaderno para dos (Dash and Lily's book of dares)

 
Todo comienza con un Moleskine rojo.
Debo decir que después de leer este libro tuve impulsos de comprarme una (alguna día lo haré), ¡pero son tan caras! En fin, a través de una serie de escritos en la Moleskine, Dash y Lily se van conociendo y retando para ver si uno es “digno” del otro. En otras palabras, se retan a hacer chorradas o locuras para ver si el otro se atreve, para reírse un rato y, por supuesto, para ver cuánto tiempo aguantan con el juego. Porque cuánto más aguantan, más claro tienen ambos que están hechos el uno para el otro.

Me he reído muchísimo con las cosas que tienen que hacer para seguir con el juego de la libretilla (entre otras, sentarse en las rodillas de Papá Noel), y otras veces me he sentido identificada con ideas o pensamientos que tienen los protagonistas. No sin cierta sorpresa, me di cuenta de que tenía más cosas en común con Dash y que me parecía un personaje mucho más interesante, no sé por qué. Pobre Lily... xDDD


                                     Dash and Lily


Son los dos muy extravagantes y raros, y divierte ver cómo son sus vidas, quiénes son sus amigos, sus gustos y lo mucho que se parecen uno y otro. Hubo momentos que me sorprendieron, como el instante en que se encuentran por primera vez, por ejemplo. Porque no debemos olvidar que ninguno de los dos sabe quién es el otro y que lo único que les une materialmente es la libretita roja.
Dash and Lily's Book of Dares
Objetos imprescindibles para Dash y Lily: Moleskine, el Oxford Diccionary, la bota, el gorrito etc.
                          
Me queda muy poco que decir ya, lo recomiendo muchísimo porque es una lectura rápida, fresca, que aporta cosas y bastante inolvidable, al menos para mí :’)
Por último, os dejo un fragmento que no podía dejar de poner en el que, desde la perspectiva narrativa de Dash, la tía o abuela de Lily (perdonadme, es que hay cosas que no recuerdo muy bien jeje) le hace como una especie de interrogatorio a Dash para saber si es de fiar y si es sincero. No tiene desperdicio.

“- ¿Cuál es el adjetivo con el que más te identificas?
Eso era fácil.
- Admitiré que tengo debilidad por el adjetivo extravagante.
- Pongamos que tengo un millón de dólares y que te lo ofrezco. La única condición es que te impongo que, si lo aceptas, un hombre en China se caerá de la bicicleta y morirá. ¿Qué haces?
- No entiendo qué importa si está en China o no. Y, por supuesto, no cogería el dinero.
La anciana asintió.
-¿Crees que Abraham Lincoln era homosexual?
- Todo lo que puedo decir con seguridad es que nunca me tiró los tejos.
- ¿Te interesan los museos?
- ¿Le interesan al papa las iglesias?
- Cuando ves una flor pintada por Georgia O’Keeffe, ¿qué te viene a la cabeza?
- Eso es un truco para hacerme decir la palabra vagina, ¿verdad? Ya está. Lo he dicho. Vagina.
- Cuando te bajas de un autobús público, ¿haces algo en especial?
- Le doy las gracias al conductor.
- Bueno, bueno – dijo ella -. Ahora, explícame tus intenciones respecto a Lily.”

Y con esto, os dejo *____*
¡Muchas gracias por leerme! ¡Hasta muy pronto!

miércoles, 5 de junio de 2013

"Los días que nos separan" de Laia Soler



¡Saludos desde el más allá!
No, no estoy muerta. Pero casi. Por fin he terminado los exámenes y si todo va según lo esperado, voy a tener como treeees laaargos meeeses de vacaciones así por las buenas.
Así, que ahora sí. No hay excusa para no ir actualizando de vez en cuando, caramba.

Además, tenía que venir a hablaros de “Los días que nos separan”.
De hecho, ya separan demasiados días el momento en que terminé de leer este libro y el momento en que estoy escribiendo estas líneas. En cuanto salió, empecé a leerlo y no pude parar y me odio a mí misma por no haber escrito algo, aunque sólo fueran unas ideas, cuando todavía tenía fresca y presente la historia. Aún así, intentaré transmitir la sensación que tuve durante la lectura y cuando llegó a su fin.

Like always: portada, sinopsis, personajes/opinión/aplauso o frunce de ceño (en este caso aplauso).

                            *~~                            ~~*



“Abril está obsesionada con sus sueños. Desde que se cruzó con ese desconocido en la biblioteca, él se le aparece cada vez que se queda dormida. En su mundo onírico, el chico es Víctor, un burgués de la Barcelona de 1914, y ella... Ella ni siquiera es ella misma, sino Marina, una obrera que vive en el mismo edificio que Víctor.
Mientras la historia de los dos jóvenes del pasado avanza noche tras noche, Abril lucha por mantenerse al margen de las emociones de Marina e intenta descubrir qué significan esos sueños.”


Laia Soler, la autora (y coadministradora del blog “Alas de papel”), nos ha regalado una historia que, con sencillez y elegancia, ha conseguido transmitir algo especial que sólo tienen unos pocos libros, aquellos que por alguna razón te conmueven o te hacen pensar que todas las novelas deberían tener ese ingrediente, ese algo que les hace ser únicas.

Primero ¡personajes!
Aiins Víctor, cuánto me has matado. La verdad es que es un chico típico de las novelas: algo borde pero luego a medida que avanza la historia se vuelve más amable hasta que consigue enamorarnos a todas. 
¿Que eso es lo de siempre? Sí. ¿Que no hay nada excesivamente original en él? De acuerdo. ¿Y qué? Yo sólo sé que he disfrutado todas y cada una de las palabras que ha pronunciado ese hombre. Desde su famoso “impertinente” (suspiro) hasta su “cada vez que me dices que no me quieres, un hada muere” en alusión a pasajes de Peter Pan.
Llegas a entenderle, a apreciarle y a sentir la presión que sufre dentro de esa jaula que su clase social le impone.
¿Que si me ha enamorado? Sí.

Me ha gustado que Marina me haya recordado a mí en algunas ocasiones. Es muy valiente y no es la típica que se rinde a la primera de cambio ni que aparta la mirada, azorada, ante la presencia de alguien de mayor rango. Hay escenas que me gustaría comentar, pero serían un poco spoiler. Lo único que voy a decir es que hay momentos en que yo estaba pensando, en parte para protegerla, “no digas nada, porfa, es mejor que te quedes callada...” o “porfa, porfa, la vas cagar, ¿no lo ves?” o “Dios, qué suerte tiene, me gustaría tanto estar en su lugar...”.
Me quedo con una escena que me impactó: ella mordiéndose un puño mientras llora. Los que lo hayan leído sabrán de qué escena hablo. Sentí su dolor, fue increíble.

Abril me ha gustado también, y quizá me ha recordado todavía más a mí porque ella vive en la actualidad como yo (equisdé) y tiene unos problemas e ideas más parecidos a los míos. También a veces me ha exasperado un poco, es muuuuy terca y casi no escucha a nadie. Ni siquiera a sus amigos Héctor y Mario, que intentan por todos los medios ayudarla de distintas maneras. A pesar de ello, comprendo lo que siente Abril, ¿quién va a creer como ella que sus sueños no pueden ser sueños normales por su realismo y continuidad?

Y por último, Leo. Ay Leo. Me robó el corazón desde la primera carta. Es adorable y me hubiera gustado saber un poco más de él en sentido estricto: cómo habla, escenas con él; me quedo con esa pena. Pero aún así, no me parece que haya sido desacertado darle ese tipo de protagonismo en la historia; de él sólo sabemos que le gusta Peter Pan y lo que pone en sus cartas, al menos al principio. 
Me gustó cuando le escribió "Me llamo Leo. Ni Leonardo, ni Leopoldo, ni Leónidas. L-e-o." Me pareció super simpático.

Lo que está claro es que estamos antes dos historias paralelas, dos mundos, dos chicas.
He leído varias reseñas que comentaban que se habían sentido infinitamente más atraídos por la historia del pasado que por la del presente. No os voy a mentir, yo esperaba como una loca a que llegara Víctor lo antes posible.
Sin embargo, la historia no sería tan especial ni podría sostenerse de la misma manera sin el relato del presente que, al final, se une como un rompecabezas con la historia del pasado fundiéndose en una.

Lo que he notado en esta novela es que, en realidad, si lo pensamos bien, todo lo que ocurre es bastante típico. Hay un chico de clase alta y una chica de clase baja, está claro que va a haber algo entre ellos y, de hecho, pienso en la historia y no pasa nada excesivamente espectacular o revolucionario. 
Pero es por esa razón misma por la que pienso que es difícil transformar una historia sencilla, quizá algo típica, con bastantes estereotipos en una novela que consiga que, de vez en cuando, te encuentres dando un puñetazo a la mesa (con el correspondiente susto de la familia en el backstage), maldiciendo la mala suerte que algunos tienen o, de repente, viéndote llorar como una tonta por algo que realmente ya predecías, pero no terminabas de creer por lo injusto que resultaba.

Aún así, Laia hace que terminemos el libro llorando pero a la vez sin sentirnos en absoluto tristes. A lo largo de mi vida he llorado de tristeza (como todo el mundo), de emoción, de alegría... pero no recordaba haber llorado por sentirme conmovida y eso fue lo que me pasó. Me sentí conmovida por los personajes, por la historia, por el final, por los diálogos, por las escenas, las declaraciones, las injusticias, por el rayo de luz que asoma siempre aunque no queramos verlo.
Porque sí, señores. Siempre hay esperanza.
Ahí lo dejo.

¡Muchas gracias por leerme! Os dejo el enlace de la reseña de “Dientes Leonescos” con la que me sentí profundamente identificada.

¡Hasta más ver!